Sueños a salvo
Presume la noche
su vasta oscuridad
su digno silencio.
Caen mis párpados
cómplices del sueño,
corolando el día.
Y en un ritual azul
de duendes y hadas
quedo hipnotizada...
¡Naufragan mis sueños!
grito entredormida,
inundada en lágrimas.
Descuida –responde
una voz en tornasol–
–son los ángeles, regando tus ilusiones.
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